domingo, 24 de mayo de 2015

Disco duro SSD

Cada vez está más extendido el uso de discos SSD en los ordenadores de última generación. Esto es debido a que ofrecen una mayor velocidad de acceso a los datos y mejora el rendimiento general del ordenador. En esta entrada explicamos las cuestiones generales más importantes que hay que saber acerca de estos dispositivos, tanto si estás pensando en adquirir uno, como si desconocías su existencia y te puede resultar útil.

¿Qué es un disco duro SSD?

Un disco SSD (Solid State Drive) es un dispositivo de almacenamiento digital. Basa su funcionamiento en circuitos lógicos compuestos por puertas NAND, lo que significa que conceptualmente podemos asemejarlo a las memorias Flash USB (pen drive). La gran revolución tecnológica surge cuando se consigue dar el gran salto en cantidad de espacio de almacenamiento. El tamaño de las memorias Flash crece constantemente, a la vez que se reduce su precio. Sin embargo, la aparición de los discos SSD revoluciona el mercado al aumentar la capacidad de almacenamiento manteniendo una alta velocidad de acceso.

¿Por qué ofrecen mejores prestaciones que un disco duro HDD convencional?

La comparación es inevitable. Como ya vimos en la explicación del disco duro, este componente es la base de funcionamiento de nuestro computador. Precisamente por eso, de su rendimiento depende en gran parte la percepción final que el usuario tiene de su ordenador (el típico comentario de: "el ordenador me va lento"). Si comparamos la transmisión de datos de cada uno de los componentes de un PC, casi todos realizan una transmisión digital, a nivel de chips y canales de transmisión (buses). Sin embargo, el tipo de disco duro que se usaba hasta ahora es un almacenamiento físico. Esto significa que para buscar/acceder/leer/escribir cada bloque de datos (unidad de transferencia del disco duro) había que emplear un tiempo mucho superior al del resto de componentes. 

Por este motivo, la innovación tecnológica del resto de partes no tiene sentido si existe un cuello de botella (el disco duro) que no permita realmente exprimir al máximo las propiedades del resto de componentes. Por poner un ejemplo más gráfico, de nada nos sirve tener un coche potente si se utiliza en un camino de hielo deslizante. Es aquí donde surge la necesidad de optimizar este "cuello de botella", reduciendo su impacto negativo, la aparición de los discos SSD.

Como ya hemos dicho, los antiguos discos HDD tenían un almacenamiento físico que ralentizaba el acceso a los datos, pero los discos SSD cuentan con un almacenamiento totalmente digital y por eso es mucho más rápido transmitir la información. Esto repercute en una mayor rapidez de uso general del computador y un arranque casi instantáneo.

Además, otra ventaja significativa es la naturaleza del dispositivo en sí. Los antiguos HDD, al ser físicos, son más sensibles al deterioro o pérdida de los datos por golpes, temperaturas extremas, ... También generan más ruido (tienen un cabezal físico rotatorio que gira a miles de revoluciones por minuto) y se calientan más (no olvidemos el el calentamiento es un problema patente para todas las partes del computador, como ya vimos en pasta térmica). Todos estos inconvenientes quedan superados con el uso de un disco SSD.


¿Debo sustituir mi antiguo disco duro por uno nuevo de tipo SSD?

Hoy en día son varios los factores que influyen en la decisión de comprar un disco SSD. Por una parte, el cambio es muy sencillo, ya que los discos SSD disponen en su mayoría de las conexiones y adaptadores más comunes en los discos duros convencionales (conexiones SATA, USB, ...), por lo que no es necesario ser un experto para su reemplazo.

Sin embargo, hay un motivo por el que no es fácil decantarse por esta decisión. Actualmente los espacios de almacenamiento son grandes, ya casi se equiparan a los discos convencionales (tamaños máximos del orden de 1TB). Pero si buscamos comprar un disco de grandes dimensiones, veremos que el precio aún es bastante alto. Ahí es donde entra en juego la decisión personal: invertir en calidad o esperar un tiempo a que los precios bajen, ya que es una tecnología en constante disminución económica.

Consejos: 
  • Si estás pensando en sustituir tu disco actual por uno SSD, busca un equilibrio entre el espacio de almacenamiento que necesitas y un precio asequible para tu bolsillo.
  • Si estás pensando en comprar un computador nuevo, busca que disponga de un disco SSD, pero también mirando el precio y capacidad de almacenamiento en función de tus necesidades. Por ejemplo, hay portátiles con SSD que pueden resultar baratos, pero disponen de 100-300 GB de capacidad, por lo que es una restricción a tener en cuenta.

4 comentarios:

  1. muy interesante pero el poner un disco ssd lo veo muy caro de momento claro,gracias por el comentario.

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  2. Hola, tengo dudas aún, con los SSD se pierde el formato, aceptan todo tipo de formato y particiones, como se haría una recuperación de datos en caso de daño?

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    1. En este caso debes diferenciar bien el aspecto físico del aspecto lógico del disco. Los temas que abordas (formateo, particiones, recuperación de datos, etc), son operaciones en las que interviene el driver del disco. El driver se ocupa de mediar entre las operaciones lógicas y el soporte físico del dispositivo. Por lo tanto, la respuesta a tu pregunta es que se trabaja de igual modo que con un disco convencional, ya que es el propio driver de disco quien se ocupa de traducir las operaciones que solicitas, dependiendo del soporte del disco.

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